Se trata de una bella rapaz de hasta 70 cm. Parecido al Milano negro, pero el real es el único que está en invierno. También podemos distinguirlos porque este último tiene la cola mucho más ahorquillada y por los tonos rojizos del plumaje. Aunque es sedentario en la comarca, como otras muchas especies es mucho más abundante en invierno con la llegada de individuos del norte de Europa. Nidifica en arboles y suelo concentrarse en dormideros invernales. Junto con el otro Milano y el Busardo ratonero, una de las rapaces de mediano tamaño más fáciles de observar en la comarca. En Extremadura está catalogada como vulnerable.