Es una especie inconfundible, por su color negro con manchas amarillas. Mide entre 12 y 18 cm, de los cuales casi la mitad es cola. Detrás de los ojos tiene dos grandes glándulas parótidas salpicadas de poros negros, por las que segregan un líquido tóxico e irritante si se las molesta. Es un anfibio de hábitos nocturnos y terrestres, que incluso puede ahogarse si cae al agua, pero que necesita mucha humedad para sobrevivir para lo que se refugia bajo el musgo, troncos, hojarasca o piedras. Son ovovivíparos, es decir el desarrollo del huevo, su eclosión y los primeros estadios larvarios tienen lugar dentro de la hembra, reproduciéndose de otoño a primavera. En la comarca podemos observar salamandras en los ambientes más frescos de la sierra o cerca de charcas y fuentes.