Cercano a los 95 cm, es un ave en aumento en Extremadura, sobre todo en sus dos grandes ríos y en los embalses. Se trata de un ave de plumaje negro inconfundible sobre todo cuando, tras las zambullidas, se seca las plumas al sol con las alas extendidas. Además se agrupa en dormideros en grandes árboles en las orillas o islas de los pantanos. En la comarca es seguro observarlo en la cola del Embalse de Valdesalor. Allí podremos comprobar que es un estupendo buceador y un gran pescador.