Esta emblemática ave de tamaño grande y silueta estilizada, con cuello y patas muy largas, plumaje grisáceo y una longitud 114-130 cm y envergadura 200-230 cm es una de las habitantes temporales de la comarca Sierra de Montanchez y Tamuja. En general se estima que la población invernante en Extremadura ronda los 80.000 animales, constatándose un progresivo aumento en la mayor parte de los núcleos. Esta ave presenta una amplia distribución durante el invierno en Extremadura, procedentes de Alemania, Suecia, Finlandia, Noruega y Estonia, así como del resto de países que circundan el Mar Báltico e incluso de las áreas más occidentales de Rusia. La posibilidad de encontrar abundante alimento en extensas zonas donde se combinan dehesas con cultivos de cereal y de regadío, unido a la existencia de numerosas zonas húmedas donde establecer sus dormideros y a las temperaturas moderadas del invierno extremeño (entre 5º y 20º C), proporcionan a estas aves un hábitat óptimo para pasar los meses invernales.
Se alimentan en las dehesas donde consumen principalmente bellotas de encina, en los cultivos de cereal de secano las semillas de trigo, cebada y avena, mientras que en los rastrojos de regadío buscan las semillas de arroz y maíz. Pueden consumir bulbos de especies silvestres, tubérculos, tallos y brotes de herbáceas y de cereal, pequeños invertebrados, etc.
La llegada de las grullas ocurre principalmente durante la segunda quincena de octubre, incrementándose progresivamente. En su estancia entre nosotros mantienen rutinas muy marcadas, desplazándose a los comederos durante el día y volando al final de la jornada a los dormideros comunales, donde pueden llegar a concentrarse miles de aves. Dentro de la comarca existen zonas buenas para estas aves en el sur, en las zonas de regadíos cercanas a Almoharín, limítrofe ya con las vegas altas del Guadiana (Sector Centro). Aunque el principal territorio para disfrutar de estas aves en ADISMONTA es el denominado Sector Cáceres, cuyo núcleo principal es Aldea del Cano. Este núcleo se localiza entre las localidades de Valdesalor y Aldea del Cano (principalmente al oeste de la antigua N-630). No existen dormideros muy definidos y varian sus movimientos en función de las condiciones que se den cada año (lluvias, disponibilidad de alimento). Suelen ocupar charcas, pequeño embalses o incluso orillas en los ríos Salor y Ayuela. Un sitio interesante es el Embalse de Aldea del Cano. La población de este sector varía de 2.500 a 3.500 aves. Para verlas lo mejor es hacer un recorrido desde Valdesalor hasta el Embalse de Aldea del Cano.